-¿En qué mano está la pelotita?
-Izquierda.
-¿No prefieres pensarlo un poco más antes de dar la respuesta definitiva?
-¿Por qué iba a hacerlo? No es algo que pueda razonar hasta dar con la
solución acertada. Es puro azar. La izquierda.
-Tu vida depende de que estés en lo cierto, ¿lo sabes, verdad?
-Sí, te entendí la primera vez que me lo dijiste. Si acierto vivo. Si fallo
muero. Te estrujaste los sesos redactando las reglas, ¿eh?
-¿No estás nervioso?