Como
el brillo de una copa de vino vacía en una sobremesa. Como el aire
tibio que se cuela por debajo de un vestido una noche de verano. Como
no tener prisa y pasear volviendo del trabajo. Como un abrazo.
Como el perro que se agacha justo antes de salir disparado a
recibirte, lengua fuera, pelo al viento. Como un aplauso en el que
acaban doliendo las manos. Como llorar de alegría. Como rodar cuesta
abajo, siendo niña, jugando. Como comer en familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario