Por razones que no vienen al caso, volví a meterme en TUENTI tres meses después desde mi última visita. Estaba buscando el número de teléfono de mi piso. No se vosotros, pero yo os acabo de contar porque estaba en TUENTI, cuando al parecer no quería hacerlo ya que no aportaba nada a la historia apasionante que os voy a contar. A veces escribo cosas y después me contradigo. No sé, tendría que mirármelo.
El caso es que por las razones que no quería contaros pero os he explicado de todos modos, me encontré cotilleando mis propias entradas, repasando los vídeos de música con los que amenizaba a los hipotéticos visitantes de mi perfil dispuestos a perder el tiempo en verlos.
En esas estaba cuando me encontré con una entrada sin vídeo. Es más, ni foto tenía. Solo letra. Escrita por mí. Y contaba una historia, que después de leerla y recordarla decido recuperarla para todos vosotros. Reza así (adaptada y corregida, porque al parecer en esa época me parecía guay poner "q" en vez de "que", menudo hippy estaba hecho).
"El martes volví a comer a la playa [sí, al parecer en el 2008 había una estación extra llamada Verano, creo, que permitía correr aventuras como esta], como casi es tradición ya, pero eso no importa. Lo importante es lo que pasó en cierta playa atestada de ourensanos, que se conoce que allí no tienen playa y deciden invadir Playa América.
Estaba yo jugando con un amigo a pasarnos una pelota con dibujos de Spiderman de tamaño reducido (la pelota me refiero, aunque Spiderman también estaba reducido, supongo que en la vida real tendrá tamaño de persona, aunque nunca he ido a New York para comprobarlo por mí mismo(por cierto, la pelota se la robé a mi primo pequeño [había escrito "pekeño", así de peligroso era en esa época](por cierto, no se si se pueden abrir paréntesis dentro de paréntesis, pero es lo que hay))) cuando una pareja de yonkis, hombre y mujer respectivamente, pasó a nuestro lado.
La fortuna quiso que la pelota fuese a parar a los pies del yonki varón. Éste, dejando en la arena su botella de Trina(ranjus) (por lo menos por fuera) le dijo a su yonki hembra: espérame allí que voy a jugar un rato con estos chavales.
Y así fue como en la preciosa tarde de verano que el señor nos regaló este martes acabé jugando a pases con un yonki, muy educado por cierto, que en cierto momento cogió una lata del suelo e indignado dijo:
-La gente es la ostia, dejando estas cosas por aquí para alguien pisarla y hacerse daño.
Acto seguido la llevó hacia el contenedor de basura. Yo miraba atónito la inmensa preocupación por el resto de seres vivos y el medio ambiente en general que este yonki demostraba. Cuando estaba a un metro del contenedor, y vete tu a saber por qué, decidió que no merecía la pena tirar la lata dentro, y la dejó en la arena de nuevo...
Ya cuando el yonki se cansó de jugar, se despidió efusivamente de nosotros y nos dijo que su mujer lo estaba esperando, que estaba preñada y que iba a ser su primer hijo. El yonki varón se fue todo contento gritando a los cuatro vientos su próxima paternidad.
Y eso es todo por hoy..."
Hasta aquí la historia, verídica 100%. No se si nuestro protagonista sigue vivo, o como se llama su hijo, pero lo que sí se es que esta historia jamás se repetirá por dos motivos: ya no tengo mi pelota de Spiderman de mi primo, y el verano ya no existe.
Un saludo a mí mismo, porque seré el único que lea esto dentro de digamos otros cuatro años y lo transcriba de nuevo a otro medio digital.
Firmado:____________ (y aquí va mi firma, muy bonita y estilizada, creedme)
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