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Introducción
al fin del mundo
Ehl, Edja y Andson se pusieron de
nuevo en marcha. El camino se metió en un bosque y a ellos no les
quedó más remedio que imitarle.
-¿Te he contado alguna vez cómo
conseguí el triciclo? -preguntó Ehl.
-Sí -respondió Edja-. De hecho es
lo único que me has contado, y tampoco es que fuera una gran
historia. Lo encontraste y punto. ¿Cómo te llamas en realidad?
-¿Cómo que cómo me llamo? Me llamo
Ehl -respondió Ehl, ofendido. Falsamente ofendido.
-No. ¡Mientes! -gritó
Edja, acusándole con un dedo apuntando a su cara. La sonrisa en su
pálido rostro suavizaba sumamente el tono-. Ehl no es un nombre de
verdad.
-Ah, ¿y Edja sí?
-Es un diminutivo.
-¿De qué? ¿De Edjadiel?
-Pues sí -respondió secamente
Edjadiel.
-Ah... es bonito.
-Claro que es bonito. Y además es
real, no como otros nombres. Venga, dime como te llamas. ¿Me lo vas
a decir?
-Puede, pero aún no.
-¿Por qué?
-Porque no es el momento.
-¿Hay un momento para decírmelo?
-No lo sé, supongo. Hay un momento
para todo, ¿no? ¿Por qué lo quieres saber, de todas formas?
Edja se encogió de hombros, en un
gesto que seguía significando indiferencia o desconocimiento. Puede
que el uso del lenguaje escrito se hubiera perdido, pero el corporal
seguía vigente y accesible a todo el mundo.
-¿A dónde estamos yendo? -preguntó
Edja tras un rato de silencioso avance entre los altos árboles
plagados de ardillas.
-Me alegro de que me hagas esa
pregunta.
-¿Por qué te alegras?
-Porque así te puedo contar el
propósito de esta aventura.
-Oh, ¿qué aventura?
-Me alegro más aún de que me hagas
esa otra pregunta. Érase una vez... ¿Por dónde quieres que
empiece?
-Por el principio, ¿no? ¿A qué te
refieres?
-¿Qué sabes?
-¿De qué?
-De historia.
-Ah... ¿Del viejo mundo?
-Sí, bueno, del fin del viejo mundo,
más bien.
Edja puso su cara de pensar,
arrugando ligeramente su naricita y emitiendo un suave “uhmm”.
-No mucho...
-Vale, no pasa nada. Empezaré por
ahí entonces -Edja asintió. Tenía los ojos fijos en Ehl. Los de
Ehl apuntaban hacia el camino. No quería tropezar y caerse-. Érase
una vez...
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